2012, fin del mundo con marca registrada!

Por un lado me da risa que alguien se plante frente a un film como este suponiendo que verá una película seria y reflexiva, por otro lado me asombra que varios de los que me rodean me la hayan recomendado porque encontraron una película seria y reflexiva!. El cine de catástrofe es divertidísimo y sobretodo si está hecho por Roland Emmerich quien sabe cómo vender muy bien sus productos, sobretodo, a una sociedad como la yanqui. Es que este hombre pone toda la carne al asador de manera tal que a los Wayans no les quede nada por satirizar, Emmerich se satiriza solo. Asique plantarse ante un film que apela a los clichés más resabidos del género es una delicia de comicidad para el espectador que sabe de primera mano lo que va a ver: estallidos, inundaciones, familias desmembradas que luego hallarán su razón de volver a unirse, militares, helicópteros, locos científicos y políticos con conciencia. O sea, una gran acumulación de exageraciones acompañadas de unos fantásticos efectos especiales.


Al menos esta descripción cabría en films anteriores como El día de la Independencia o EL día después de mañana donde medianamente se nos brindaba un argumento simplista pero claro y entretenido, de esos que nos hace saltar a los pochocleros de turno. El problema con 2012 es que desde el vamos nos gritan "Corran que se va todo a la mierda!!!!" pero el porqué está muy tirado de los pelos, nada explicado y el resto es una sucesión de escenas catastróficas sumadas que alargan el film hasta el hartazgo. Es que vamos, hasta el minuto 30 medianamente nos entretenemos y nos matamos de la risa, pero después... sabiendo toooooodo lo que pasará se torna tan larga como esperanza de pobre.

La cosa ronda supuestamente el calendario maya donde se predice que en el 2012 los polos se invierten, la tierra queda de cabeza, la bolsa cae y John Cusack nos salva a todos... bueno no a todos, a unos cuantos que en un 80% son millonarios, políticos o americanos. Su personaje es el primer gran cliché del género: un escritor de medio pelo, de bajos recursos, separado con dos hijos (un nene y una nena obvio!), odiado por el hijo mayor, subestimado por su ex y en competencia con un exitoso cirujano plástico que (SPOILER) fenece heróicamente para que el pueda ganar la partida.

De ahí en más lo de siempre, milicos en jeep, helicópteros sobrevolando para todas partes, advertencias que nadie quiere oir, un científico (de no sé qué) que tiene sentimientos sublimes, un presidente que se inmola porque como es negro lo tienen que pintar bueno (no vaya ser cosa que lo tilden de racista) pero que está rodeado de chupasangres egoístas y fuego, mucho fuego, olas gigantes, autos fantásticos que sólo les falta hablar y frases oportunas.

Estos son films en los que no hay que hilar muy fino en el argumento porque se destapan miles de baches y exentricidades que obviamente no concuerdan en absoluto pero acá realmente hay cosas directamente ridículas como la que muestra la foto anterior. O yo soy muy lerda (que es probable) o realmente no me cerró esta escena salvo que en vez de un avión ruso hubiesen usado un X-43A. Sin saber nada sobre rutas aéreas, ni siquiera me cierra cómo moco están tratando de llegar a China desde Las Vegas pasando por París????.

Las cuestiones reflexivas o más bien panfletarias de este film son las de siempre, están con esas imágenes de videoclip, plasmadas para sacarle alguna lagrimita a los más facilones. Que la humanidad siempre es egoísta pero están los chapulines colorados de siempre que te cambian la visión de las cosas, que el negociado político es inevitable (y acá posta que si pasara algo así ¿nos elegirían por nuestras virtudes o nuestra billetera? mmm qué dilema nooooooo, diría la Salgado). Pero queda todo en meras frasesitas de tarjeta que realmente inspiran reflexión con muuuuchas ganas por parte del espectador o por parte del que tenga las defensas más bajas. A mí por ejemplo ponganme una escena de catástrofe con una mina que tenga una criaturita al lado y zacate se me pianta un lagrimón seguro. Acá hay unas cuantas, sobretodo una que suelta la frase típica del Mister President: I'll find you daddy!!! (yo encontraré a tu padre) uffff pañuelos a la derecha!.

Asique en resumidas cuentas esta es una película de por supuesto muy buenos destellos especiales, que quizá valgan el precio Miércoles de una sala de cine. El argumento es tediosamente largo, pero entretiene a medias para una tarde desolada de vacaciones con un buen balde de pochoclos que calmen la ansiedad oral y una Pesi (no, no me olvidé de la P es que propaganda gratis acá no!) que nos dé una excusa para salirnos un rato al baño a despejarnos. Aunque sé que hay salas que la dan con intervalo.
Asique ya saben... si quieren la ven y sino no se pierden de mucho... ESTÁN ADVERTIDOS (cuack).

Por su descabellada producción y su hilarante autosátira le concedo:

Y al personaje de Adrian Helmsley por ser el que menos se moja, el que da los mejores speechs y encima se queda con la hija del presidente... otorgo: